Psicología en estados de emergencia

No es tarea fácil informar a un familiar que un ser querido ha fallecido en un accidente. La intervención del psicólogo en emergencias no se limita a comunicar la mala noticia, sino que debe asegurarse de que la persona la recibe adecuadamente y cubrir las necesidades de atención inmediatas que hagan falta. La persona va a necesitar a alguien cerca a quien acudir, a quien preguntar, con quien llorar. Es aconsejable que se informe de manera gradual, dejando tiempo suficiente para que sea ella quien vaya encontrando las respuestas por sí misma.

El profesional de la psicología deberá conseguir normalizar las reacciones propias de la crisis producida, estabilizar emocional y físicamente a la persona, calmarla, prestarle el apoyo personal necesario, y hacerla conectar con la realidad. Es fundamental actuar con calma, con escucha empática, estar muy atentos y cuidar nuestro lenguaje verbal y no verbal, nuestra entonación, nuestra mirada. También saber gestionar los silencios, ya que éstos permiten a la persona reorganizar su pensamiento.